Beschreibung:
Nos gusta que nos cuenten historias. Y contarlas. Buenas y malas, mejores o peores. Las historias nos reconfortan, nos hacen fuertes, nos transforman. Nos hacen conocedores y nos permiten dar a conocer. Las historias nos enseñan y nos liberan, nos evaden y nos entretienen. ¿Sería posible vivir sin historias? Los discursos audiovisuales, a lo largo de los años, han puesto en relieve el arte de contar historias. Algo que la literatura instauró y que el audiovisual endulzó. No hay audiovisual sin historia, y de esa historia, que marcará el devenir del producto, surgirá el desarrollo, la producción, la ejecución y la emisión. Pero, sin duda, no hay discurso sin historia.La ficción televisiva, por su parte, supone un pilar narrativo esencial en el medio convencional pero también en el desarrollo de las plataformas de video bajo demanda. Si bien es cierto que el cine ha sido el medio narrativo por excelencia, en el siglo XXI, y tras estrenos de ficciones seriadas como Los Soprano (HBO,1999), The Wire (HBO, 2002) o Breaking Bad (AMC, 2008), la ficción se posicionó como un formato narrativo capaz de aplicar el canon del lenguaje audiovisual de forma intachable y acercarlo a las necesidades del medio televisivo. Tal fue el fenómeno, que las series de televisión migraron, progresivamente, hacia el lenguaje cinematográfico interiorizando los cánones creativos y productivos, pero también la condición estética y narrativa, dando lugar a verdaderos productos de culto y haciendo difusa la línea que separa el cine de la ficción seriada. Resulta evidente, pues, que las series han aportado al medio televisivo el motor necesario para su consolidación como soporte cultural, con una aportación mucho más profunda y canónica que otros productos o formatos.En los tiempos que corren, y frente al rumor sobre una muerte anunciada de la tercera edad de oro de la ficción televisiva —que resurgía a principios del siglo XXI— el número de productos, plataformas, cadenas, productoras, servicios especializados y la oferta global de series y derivados de ficción es abrumador. En la academia, el interés por la ficción seriada audiovisual como objeto de estudio crece considerablemente, y supone una línea de investigación que se consolida, cada vez más, de forma complementaria con disciplinas afines a la educomunicación o la alfabetización mediática. Proliferan líneas específicas y grupos de investigación y transferencia de conocimiento al respecto. Se desarrollan líneas de doctorado y especialización vinculadas con la ficción televisiva y productos derivados. Aumenta exponencialmente el número de tesis doctorales y artículos científicos que abordan el fenómeno desde distintas perspectivas. Contra todo pronóstico, todo parece apuntar que, la tercera edad de oro de la ficción televisiva no sólo no está en decadencia, sino que parece encontrarse en un estado de consolidación audiovisual nunca visto (ni imaginado, tras las críticas a los remakes o reboots que han sido los detonantes que han augurado la muerte creativa de la ficción seriada).Y es que, en la academia, el interés por la ficción seriada audiovisual como objeto de estudio crece considerablemente. Prueba de ello ha sido la acogida del monográfico “Las series de televisión como objeto de estudio multidisciplinar: de la ficción televisiva a la ficción multiplataforma” que tuvo abierto su call for papers hasta el 1 de agosto de 2022. Se han recibido 56 textos, de 106 personas (61,7% autoras y 38,3% autores) con un índice de coautoría de 1,9 personas por artículo. Tras un arduo proceso de revisión, en función de los informes de revisión recibidos, se han seleccionado seis artículos. Representaciones como la ciencia, el feminismo, diversos colectivos sociales, la representación diversa o la expansión de la ficción a otros productos y formatos suponen las temáticas subyacentes que alberga el presente monográfico y que marcan, sin duda, las directrices esenciales que persiguen las líneas de investigación afines a la ficción televisiva.