• Medientyp: E-Artikel
  • Titel: Great Apes in Feminine // Grandes simios en femenino
  • Beteiligte: Perales, Veronica
  • Erschienen: Universidad de Alcala, 2016
  • Erschienen in: Ecozon@: European Journal of Literature, Culture and Environment
  • Sprache: Nicht zu entscheiden
  • DOI: 10.37536/ecozona.2016.7.1.990
  • ISSN: 2171-9594
  • Schlagwörter: General Medicine
  • Entstehung:
  • Anmerkungen:
  • Beschreibung: <jats:p>      While Transnational Temps were working on the Simiomobile project and also on the Safari Urbis which focuses on the visual presence of natural species in an urban environment, I noticed the minority presence (or total absence) of females in representations of the species. It is simple, if we look for "gorilla" with any search engine, we find an immense number of male specimens: the females, or rather the image of the female does not have the same presence. I couldn't help but see a parallel relationship with the "absence" or omission of women in the history of humanity. This simplification which cancels out the feminine image of a whole species is not inoffensive. It is similar to other situations referred to as discriminatory, speciesist, xenophobic and racist, the "group name", or mass name (in the meaning attributed to it by Negri and Hardt). To talk about blacks, chinese or women gives rise to a generalised discrimination. This is related, without a doubt, to the fact that the members of these groups are "faceless", they are all grouped with a global standard which identifies them. This form of allusion is what we normally use with animals, gorillas, elephants with a given number of repetitions or copies of the same pattern. In the case of the gorillas it is even more significant; all the gorillas which live in captivity are given a name and reference number for identification purposes (it was only after the studies of Jane Goodall on chimpanzees that the practise of giving a name to these and other primates began).      It has been demonstrated in a great number of species that the  individual specimens  which make up that species are unique. Maybe humans will never be able to distinguish between the members of a shoal of dolphins, but this does not mean that they are all the same, or worse that they should be the same. Every living being on the planet is unique, a balance can not be established without the acceptance of this and other basic conditions.The anthropomorphism of the great apes plays a fundamental role in our ability to distinguish one from the other. It is only necessary to pay a little attention to see that each one of the gorillas, bonobos, chimpanzees and orangutans in a zoo are completely different from each other.In the Great Apes in Feminine project I use the portrait as a tool to individualise, emphasising that each member of a species is  unique.       After more than a decade of "technological" artistic production I took my pencil up again. I was not interested in making photographic or video portraits. To draw a portrait demands a profound connection between individuals, and this is what guided me. The primatologist Sabater Pi (1922-2009) famous for discovering “Copito de Nieve”, believed that drawing portraits was the best technique for representing primates. I am not sure that it is the best technique, but I believe it is a good one for getting to know them. When I draw I "tune in" to the model, this "being with them" (female gorilla-gorilla) enriches me profoundly on a spiritual level. I feel the creative process as a form of dialogue, a "morphological echo".The portrait is a form of differentiation, of individualisation, it shows the unique nature of the subject; in this way, and from an ecofeminist point of view, I find a complete coherence in this practise of "portraying" female gorillas, making their unique and unrepeatable nature evident. Drawing allows me to work in a more detailed way on certain aspects and simply sketch others. I try in this way to bring out the physiological characteristics which stand out in each of the females I draw and which make up the "feminine" image of gorillas found in spanish zoos. “Planet Earth –or Gaia– is not human, nor does it belong to humans. Humans are not the center of life; we are a recent, rapidly growing part of an enormous ancient whole. Gaia is the place for all the living beings we know. It is also the place where our dreams are born. If we feel our lives to be something more than a succession of hedonistic distractions then it is crucial that we reconnect with the biosphere.” (Perales, 2016 :352)  Resumen          Mientras que, como Transnational Temps, desarrollaba Simiomobile y también de Safari Urbis, que focalizan sobre la confluencia de la extinción de los Gorilas de montaña y sobre la presencia “visual” de especies naturales en nuestro entorno urbano, me percaté de la presencia minoritaria o total ausencia de hembras en la representación de especies. Es simple, si buscamos el término “Gorilla” en cualquier navegador, encontramos un número descompensado de imágenes de machos; las hembras, o mejor dicho: la imagen de las hembras, no tiene el mismo peso. No pude evitar establecer una relación de paralelismo con la “ausencia” u omisión de la mujer en la Historia de la Humanidad. Esta reducción, que anula la imagen de la entera mitad de una especie no es anodina. Caí en la cuenta de otra cuestión que se refiere al comportamiento discriminatorio, especista, xenófobo y racista, se trata del “nombre grupal”, el nombre de la masa, en el sentido que Negri y Hardt dan a este término. Hablar de negros, o chinos o mujeres, propicia la discriminación generalizada. Esto está relacionado, sin lugar a dudas, con el hecho de que estos grupos no tengan “caras” plurales, todos se sitúan bajo un patrón global que los clasifica a modo de identidad homogénea. Esta forma de alusión es la que utilizamos normalmente con los animales, los gorilas, o los elefantes, como un número dado de repeticiones o copias del mismo patrón. En el caso de los gorilas es aún más significativo; todos los ejemplares de gorila que se encuentran en cautiverio reciben un nombre y tienen un número de referencia, un número de identidad (fue a partir de los estudios de Jane Goodall sobre los chimpancés que se empieza a asignar un nombre a estos y otros primates). Se ha demostrado no obstante en un gran número de especies, la condición única de cada uno de los individuos que la componen.Tal vez el hombre nunca llegue a ser capaz de distinguir las diferencias entre los componentes de una manada de delfines, pero esto no quiere decir que todos ellos sean iguales, o peor, que todos sean el mismo. Cada ser vivo es único en este planeta, el equilibrio sostenible no surgirá sin la aceptación de esta y otras bases.      El antropomorfismo de los Grandes Simios juega un papel fundamental en nuestra relativa facilidad para distinguir unos de otros. Sólo es necesario prestar un poco de atención para ver que cada uno de los gorilas, bonobos, chimpancés u orangutanes de un parque zoológico se diferencian de forma neta. Después de más de una década de producción artística alejada de las técnicas tradicionales, retomé los lápices. No me interesaba hacer retratos fotográficos, ni tampoco retratos de vídeo. Retratar a través del dibujo exige una conexión profunda del individuo, y esto es lo que me guiaba. El primatólogo Sabater Pi (1922- 2009), famoso por descubrir a Copito de Nieve, sostenía que el dibujo era la mejor técnica para captar a los primates. Yo no estoy segura de que sea la mejor técnica para representarlos, pero sí creo que es una buena técnica para conocerlos. Cuando dibujo “sintonizo” con el modelo, este “ser-con ellas” (hembra gorilla-gorilla) me enriquece profundamente a nivel espiritual. Siento el proceso creativo como una forma de diálogo, a  modo de “resonancia mórfica”.      El retrato es una forma de diferenciación, de individuación, subraya la unicidad de lo representado; en este sentido, y desde la perspectiva ecofeminista, encuentro una plena coherencia en este “retratar” a las hembras gorila, afirmo su carácter único e irrepetible. El dibujo me permite trabajar con más detalle ciertos detalles y simplemente esbozar otros, procuro de esta manera destacar las características fisiológicas que destacan en cada una de las hembras retratadas y que componen la imagen “femenina” plural de las gorilas que se encuentran en los zoos españoles. “El planeta Tierra –o Gaia– no es humano, ni pertenece a los humanos. Los humanos no somos el centro de la vida, tan sólo somos unos recién llegados creciendo rápidamente como parte de un todo, un todo muchísimo más antiguo. Gaia es el hogar de todos los seres vivos que conocemos. Y también es la cuna de nuestros sueños. Si consideramos que nuestras vidas son, en suma, algo más que una sucesión de distracciones hedonísticas, entonces debemos re-conectar con la biosfera.” (Perales, 2016 :352).</jats:p>
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